sábado, 26 de septiembre de 2009

La gallina " Picatodo"


Mi primera incursión en el bello mundo de las letras, fue escribiendo cuentos infantiles. Los comencé escribiendo para mis hijos como un modo de aprovechar esa imaginación que derrochaba cuándo se los contaba. De aquella impronta, conseguí imaginar situaciones curiosas, quizá no muy originales ni sorprendentes, pero sí siempre con un toque aleccionador, más o menos como sigo evolucionando en la actualidad porque es algo a lo que no voy a renunciar: escribir a la vez que yo misma aprendo las lecciones sutiles de la vida.
Asi pues, y trás revolver en el baúl de mis escritos, un cajón desastre, dicho sea de paso pero también todo mi equipaje literario hasta el momento, comparto este cuento, el primero que escribí, con todos vosotros.
La Gallina Picatodo

Erase una gallina un tanto singular pues
todo lo picoteaba.
Igual le daba el trigo que la cebada, todo cuánto hallaba
Lo picoteaba y picoteaba, más nunca se cansaba.
Las otra gallinas, viéndola siempre tan afanada en su picoteo,
Dieron en llamarla “ Picatodo”.

El nombre le gustaba, no le importaba, pues picarlo todo le encantaba a la joven gallinita. Tan sólo una cosa le molestaba y era cuándo, las demás gallinas, un tanto chismosas le decían:

“ Mucho picoteas, mucho picoteas, pero nada comes, Picatodo “.

Y, es que la gallina, efectivamente, mucho picoteaba
pero nada comía.
Picoteando y picoteando se pasaba el día y
nunca se aburría, más su pico era inquieto, pero ningún grano
conseguía pasar más allá del pico para servirle de alimento.
¡ No necesito llenar mi buche como vosotras¡, les decía. Hago lo que me gusta y me basta...

Pero, un buen día ocurrió que, de tanto picotear ¡ vaya lío ¡
A la pobre gallinita, se le partió el pico.
¡ Pobre Picatodo¡, ¡ Mira lo que te ha ocurrido¡, le dijeron todas las demás gallinas...
¿ Cómo picotearás ahora con el pico roto?.

Pasaron días y semanas y
la gallina Picatodo no picoteaba
ni siquiera un poco,
¡ Que triste estaba con su pico roto ¡
Tenía hambre, pero le importaba poco,
quería mover su pico y picotearlo todo,
pero ahora, ni picoteaba ni comía
¡ Qué desgraciada se sentía¡.
Presentía que se moría.

Pero un día amaneció soledado tras una noche lluviosa,
Y viendo su pico reflejado en un charco, pegó un brinco.
¡ Su pico ya no estaba roto¡. ¡Podré volver a picotearlo todo¡,
se dijo la gallina Picatodo.

Y, muy contenta, corrió a picotearlo todo.
La cebada del granero, el pan desmigado...
pero como toda dura experiencia, entraña su lección, Picatodo algo bueno aprendió:

Picoteó y picoteó, pero de poco en poco.
Picoteó y picoteó con su pico pero tragando también para llenar su buche.
Había aprendido que la desmesura, no le convenía ni a ella ni a su pico.
¡ No quería volver a tener su pico roto ¡

De esta manera y poco a poco se
convirtió en la gallina Picapoco,
solo picoteaba cuando comía un poco,
lo cual nos enseña que, ni el exceso ni el defecto es buena cosa,
que una gallina tiene pico para picotear no lo mucho ni lo poco, sino lo que precisa para no morirse de hambre ni romper, absurdamente, su pico.


Pilar Martinez.



2 comentarios:

  1. hola guapa te imagino inventando esos cuentos a David y Daniel y poniendo esa ilusión que pones tu en todo lo que haces,supongo que estonces no pensabas que seria una de tus mayoreres aficiones e ilusiones ,lo bueno es que en cada árticulo tuyo que leo veo la misma ilusión y cariño, como si estuvieras escribinendo para tus seres mas queridos,y eso es lo que mas me gusta ,que sabes llegar al corazón de los lectores,por lo menos a mi y no soy ninguna entendida ,asi me lo parece .

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  2. No es que te lo parezca, reyes..en realidad, es así: escribo para todos aquellos que quiero principalmente, y también por supuesto, para quienes no conozco pero siempre con el deseo de llegar a su corazón igualmente. En mi caso no sé hacerlo de otro modo.
    Te diré que cuándo empecé con estos cuentecillos, quise dejar aflorar algo que pujaba por salir. Ni yo misma era consciente en aquellos días de que podría escribir mejor, más cosas ni trascender más allá de la intimidad de la hoja en blanco, mi insipiración y yo. Pero somos meros instrumentos, amiga. Hay cosas que salen y van saliendo...igual que muchos acontecimientos en nuestra vida. Por eso es importante mantener siempre la ilusión y la fe en alza porque nunca sabes lo que a la vuelta de la esquina está esperándote.
    Un abrazo enorme Reyes...sabes que te quiero mucho y que me alegro muchísimo de tenerte como una fiel amiga en mi caminar.
    Pilar.

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