Articulo publicado en Diario de Valladolid El Mundo
Firma del Dia, jueves 21 de mayo 2009
Pilarica insiste
Llevo viviendo en mi barrio, así a golpe de suma y recuerdos, treinta y tres años. La edad a la que murió Cristo, una paradoja quizá en mi caso pues son los mismos años que he padecido la cruz de vivir “ al otro lado” de la ciudad, es decir, en Pilarica y con el paso a nivel de la vía dividiendo el pulso cotidiano de sus vecinos.
Esa barrera física que se nos ha impuesto siempre con la vía del tren por estos pagos barriales de la zona Este, he de reconocer que ha sido incómoda y hasta poco práctica pero de tan cotidiana casi puedo afirmar que no concibo mis idas y venidas diarias sin el paso a nivel. Quizá por eso, cuándo supimos por aquí que nos iban a anular ese paso durante cinco años para dar seguridad y cobertura al soterramiento y el paso del AVE, a mí en particular y a mis convecinos casi de manera general, se nos vino la rutina en cierto modo abajo.
Pilarica tiene la particularidad de tener repartida su territorialidad y su vecindad en dos por la vía del tren, una circunstancia que obliga a utilizar como única opción el tan controvertido como necesario paso a nivel que sale de la Plaza Rafael Cano dirección Puente la Reina, la columna vertebral del barrio actualmente.
Lo cierto es que así pensábamos seguir hasta que el soterramiento, nuestra histórica demanda y quimera, fuera una realidad. La sorpresa por aquí ha sido esa impronta decisión del Adif de cerrar durante cinco años el paso a nivel para trabajar mejor y con más seguridad en beneficio del soterramiento y posterior paso del AVE vía Venta de Baños.
Les aseguro a tenor de lo que piensan mis vecinos y yo misma que en Pilarica nadie se opone a esas obras para el soterramiento y el paso del AVE, ni a que se tenga que anular el paso a nivel. La coherencia se impone y por supuesto quienes suscribimos esta opinión somos sin ninguna duda los más interesados en que todo eso se haga realidad y por supuesto con garantías y seguridad, pero anticiparse tanto y someternos a un corte tan drástico cuándo además no se suelen respetar los plazos de ejecución de las nuevas infraestructuras en los tiempos establecidos, es castigar y condenar a una parte de la ciudad a una tremenda disgregación y marginación sin necesidad real para tanta premura.
En su día, la previsión fue que para el 2007 el AVE llegaría a Valladolid y lo haría con la vía soterrada. El AVE ha llegado a Valladolid, sí, pero no pasa por debajo.
La credibilidad se alimenta de hechos anteriores y en ese sentido la desconfianza es inevitable.
Hoy por hoy, lo que comunica y cohesiona a Pilarica con la ciudad y consigo misma es su paso a nivel. No pasan por ese paso 400 vehículos diarios como se apresura a justificar el Adif en su estudio, sino diez veces más. La decisión de cortar una vía de comunicación con un fluido de tráfico importante para su remodelación debe considerarse cuándo la ejecución de una obra es inminente, pero además deben también crear alternativas y soluciones paralelas que den cobertura a las necesidades de movilidad que los vecinos tienen. Por aquí, y mientras no exista afán de actuar con coherencia, insistiremos en decir que no queremos vivir divididos cinco años. Que a nadie extrañe pues que Pilarica insista, se una y se manifieste. Que a nadie extrañe que Pilarica insista en querer “ existir” sin que nada absolutamente la divida. Si así insisten en hacer las cosas, nosotros...también insistiremos.
Llevo viviendo en mi barrio, así a golpe de suma y recuerdos, treinta y tres años. La edad a la que murió Cristo, una paradoja quizá en mi caso pues son los mismos años que he padecido la cruz de vivir “ al otro lado” de la ciudad, es decir, en Pilarica y con el paso a nivel de la vía dividiendo el pulso cotidiano de sus vecinos.
Esa barrera física que se nos ha impuesto siempre con la vía del tren por estos pagos barriales de la zona Este, he de reconocer que ha sido incómoda y hasta poco práctica pero de tan cotidiana casi puedo afirmar que no concibo mis idas y venidas diarias sin el paso a nivel. Quizá por eso, cuándo supimos por aquí que nos iban a anular ese paso durante cinco años para dar seguridad y cobertura al soterramiento y el paso del AVE, a mí en particular y a mis convecinos casi de manera general, se nos vino la rutina en cierto modo abajo.
Pilarica tiene la particularidad de tener repartida su territorialidad y su vecindad en dos por la vía del tren, una circunstancia que obliga a utilizar como única opción el tan controvertido como necesario paso a nivel que sale de la Plaza Rafael Cano dirección Puente la Reina, la columna vertebral del barrio actualmente.
Lo cierto es que así pensábamos seguir hasta que el soterramiento, nuestra histórica demanda y quimera, fuera una realidad. La sorpresa por aquí ha sido esa impronta decisión del Adif de cerrar durante cinco años el paso a nivel para trabajar mejor y con más seguridad en beneficio del soterramiento y posterior paso del AVE vía Venta de Baños.
Les aseguro a tenor de lo que piensan mis vecinos y yo misma que en Pilarica nadie se opone a esas obras para el soterramiento y el paso del AVE, ni a que se tenga que anular el paso a nivel. La coherencia se impone y por supuesto quienes suscribimos esta opinión somos sin ninguna duda los más interesados en que todo eso se haga realidad y por supuesto con garantías y seguridad, pero anticiparse tanto y someternos a un corte tan drástico cuándo además no se suelen respetar los plazos de ejecución de las nuevas infraestructuras en los tiempos establecidos, es castigar y condenar a una parte de la ciudad a una tremenda disgregación y marginación sin necesidad real para tanta premura.
En su día, la previsión fue que para el 2007 el AVE llegaría a Valladolid y lo haría con la vía soterrada. El AVE ha llegado a Valladolid, sí, pero no pasa por debajo.
La credibilidad se alimenta de hechos anteriores y en ese sentido la desconfianza es inevitable.
Hoy por hoy, lo que comunica y cohesiona a Pilarica con la ciudad y consigo misma es su paso a nivel. No pasan por ese paso 400 vehículos diarios como se apresura a justificar el Adif en su estudio, sino diez veces más. La decisión de cortar una vía de comunicación con un fluido de tráfico importante para su remodelación debe considerarse cuándo la ejecución de una obra es inminente, pero además deben también crear alternativas y soluciones paralelas que den cobertura a las necesidades de movilidad que los vecinos tienen. Por aquí, y mientras no exista afán de actuar con coherencia, insistiremos en decir que no queremos vivir divididos cinco años. Que a nadie extrañe pues que Pilarica insista, se una y se manifieste. Que a nadie extrañe que Pilarica insista en querer “ existir” sin que nada absolutamente la divida. Si así insisten en hacer las cosas, nosotros...también insistiremos.
Pilar Martinez Fernandez
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