Cuándo una estrella deja de brillar, es porque por alguna razón ya no se siente una estrella y decide aplacar sus brillos para mezclarse con la oscuridad y desaparecer.
Michael Jackson ha dejado de brillar como estrella en el firmamento de los vivos. Su muerte ha sobrecogido a muchos. Más por lo inesperado que por lo previsible que podía ser más tarde o más temprano su final pues a nadie le era ajeno el desequilibrio emocional que sufría y la enorme insatisfacción que mantenía con la vida.
En realidad, hace mucho tiempo que dejó de ser estrella, no para sus fans ni para su entorno más cercano, pero sí para él mismo. Lo más temible que le puede suceder al ser humano es mirarse cara a cara en un espejo y no verse, o verse distorsionado y con multitud de imperfecciones y por ende, no aceptarse.
Michael Jackson nació destinado a ser una estrella de las más rutilantes del celuloide músical. Su destino se cumplió con creces pero en su meteórico ascenso al firmamento estelar de la música, nadie le enseñó a encontrar su propio brillo, ese que le hacía centellear en un escenario y deslumbrar a todos con su talento para cantar y bailar pero que, a él se le antojaba demasiado oscuro y anodino cuándo se miraba en su espejo. Eso ha sido lo que le ha hecho extinguirse: la no aceptación de sí mismo, la incapacidad para verse tal cúal era, la negación de sus propios rasgos, de su color de piel y hasta de su ser, convirtiéndole en un personaje controvertido, acomplejado y desgraciado hasta límites profundos y enfermizos.
Es mucho lo que deja; una estela y un legado musical que durante muchos años algunos imitarán, otros venerarán y la mayoría recordará, pero lo triste de esta historia y de cuánto se hablará de ella, es que se averiguará con toda clase de detalles qué barbitúricos y qué agravantes lo llevaron a la muerte para luego convertirlo en un mito como lo sigue siendo Elvis Presley, pero cúal fue la causa que lo convirtió en un "Peter Pan" eterno y porqué no se aceptó nunca a sí mismo, simplemente se reducirá a la minima expresión: " se avergonzaba de ser negro y sucumbió a su propio éxito".
Quizá, la obsesión por ser cada vez más blanco, no se debiera a su color de piel, sino al hecho de crecer muy deprisa sin darle tiempo a encontrar su propio brillo, algo que no encontró nunca y que, por esas cosas de la propia tragedia de la vida no comprendida, murió buscándolo y reduciéndolo todo al contrapunto sin medianía del " Black" or " White".
Como tributo a un gran artista, dos videos que demuestran el antagonismo que suelen padecer quienes triunfan; genialidad e infelicidad. En lo primero, aplaudamosle, en lo segundo, compadezcamosle pues Michael Jackson fue y siempre será una estrella del pop pero, lo trágico de su vida de éxito es que nunca brilló para sí mismo en todo su esplendor, provocándose él mismo su propia extinción.
Pilar Martinez Fernandez.
¿Sabes Pili que hay muchisima gente que les gusta jugar a ser Dios?. En el caso de tu articulo lo reflejas muy bien, este hombre a renegado siempre de su piel y en definitiva de su persona,que lastima.Nunca sabremos la vrdad de este Hombre, juzgarle, creo que podemos caer en la tentación de equivocarnos enormemente.Cada vida es para uno mismo, y a veces nos engañamos a nosotros mismos, como para fiarse de lo que se ha publicado y se publicara en un futuro muy proximo, y no con esto estoy diciendo que la prensa no sea objetiva, pero si que digo que a veces trangiversan muchas noticias.
ResponderEliminarLo que si podemos hacer es recordarle como un gran talento de la musica, alguien que sin duda era excepcional.
Que descanse en paz y que Dios le acoja en sus brazos.
Como siempre gracias Pili por estos articulos
Angel Gómez.
Besotes
Pues si, tú lo has dicho, querer ser un Dios es lo que a veces eleva a muchos espectros terrenales a niveles que no pueden soportar porque es una presión que no se puede mantener sin sucumbir al capricho o la insatisfacción.
ResponderEliminarA mi me ha dado realmente pena Michael Jackson estos últimos años. Ha sido una persona atormentada seguramente con su propia negación de sí mismo y aunque todos lo teníamos como un gran icono musical que marcó no sólo un estilo sino también su peculiar forma de combinar canción con coreografía y hacer con ello espectaculo.
Es de justicia reconocerlo así y recordarlo por eso aunque en los últimos tiempos sucumbiera a su propia inestabildad emocional.
Una vez más, gracias por tu opinión, Angel. De poco me sirve a mí escribir de no ser por tanta atención que recibo.
Besos y un abrazo
Pili
Muy bueno, como siempre, tienes razón, es tan digno de admirar como de compadecer, aprendamos de sus errores y nos quedemos con su música que en eso sí brillaba, y seguramente en otras cosas aunque él no lo supiera.
ResponderEliminarEn realidad a Michael Jackson le ocurrió lo que le suele ocurrir a cualquier mortal: una cosa es lo que se piensa de sí mismo y otra lo que piensan de tí los demás.
ResponderEliminarBrillaba en la música y en otras muchas más cosas seguramente como tu bien dices Reyes, pero ya veis...con 50 años criando malvas cuándo se supone que hoy es la edad propicia para comenzar a vivir de lo sembrado...una pena.
Pili