En 1927 Machado es elegido para ocupar un sillón en la Academia de la Lengua. De tal elección se cuenta que el propio Antonio Machado, con esa sencillez que le caracterizó toda su vida, no lo dio importancia y a todos dijo ; "Un honor al que no aspiré nunca, casi me atreveré a decir que aspiré a no tenerlo".
Es fácil para quienes nos dedicamos a la escritura de una forma u otra, comprender las nulas aspiraciones a determinados reconocimientos. Mucho más fácil aún entenderlo cuando no se precisan honores para dar rienda a cuanto un escritor está llamado a escribir con más o menos éxito.
Y pienso esto personalmente porque si algo me ha movido todo este tiempo a escribir, ha sido la propia necesidad de hacerlo. Nada más. Como quien precisa todos los días tomar un café nada más levantarse para despertar y vivir el maravilloso día que tiene por delante. No espero éxitos, ni gran poder de convocatoria entre los lectores, ni tan siquiera escribir algo tan exultante que ocupe hueco entre los best sellers o una columna en un periódico.
Sin embargo, he sentido tristeza cuando he pensado en cuánto he perdido por el camino por el mero hecho de escribir. Ilusiones convertidas en frustraciones, desaires convertidos en decepciones, apoyos convertidos en balanzas desequilibradas, y enajenaciones, unas cuántas, por cierto, en parte por mi misma hacía lo que me rodeaba pero también por parte de personas que han estado a mi alrededor. Algunas queridas, otras menos, pero dentro de mi círculo.
Ha llegado a retumbar cuán eco en mi interior un sentimiento perverso: ¡¡¡¡ maldita escritura¡¡¡. Un grito doloroso, punzante que no deja indiferente.
No se espera nunca gran cosa de uno mismo cuando se comienza a descubrir un don, un talento. Simplemente se deja fluir hasta sorprenderse. Y es tan emocionante ese descubrir y avanzar que, todo parece preparado para seguir la andadura hacía el horizonte creativo. No se piensa en el gran éxito, no al menos, en los inicios, sino en la posibilidad de cultivar esos granos tan vigorosos en vasta y fértil tierra.
Sin embargo, cuando el tiempo pasa y cultivas más y más granos, con la dedicación propia de quien busca el mejor abono y la mejor semilla para sus campos, sí esperas cosecha.
Hoy, he vuelto a escuchar ese grito. De hecho, me lo han gritado, ¡¡¡ Maldita escritura¡¡¡¡, y he vuelto a ahondar en mis estrepitosos fracasos, en lo que ha ido quedando por el camino.
Quizá no tenga demasiados éxitos, y quizá muchas cosas hayan quedado por el camino, es cierto, pero he de decir que si algo está por conseguir, seré yo, unicamente yo quien lo consiga. Antes creí necesitar opiniones, juicios, criterios...Ahora, no. Puedo gritar o me pueden gritar una y mil veces ¡¡¡ Maldita escritura¡¡¡, pero ahora sé que solo yo puedo convertirlo en una ¡¡¡ Bendición¡¡¡.
Ser escritor, ahora sé que es serlo en primera persona. No existen sociedades, ni comanditas. Cuánto escribe es tuyo y solo tú puedes firmarlo. Puedes escribir fantasías, y serán tus fantasías. Puedes escribir historias, y serán tus historias.
No importa si gusta o no gusta, si cumple o no con las expectativas de otros. No se trata de escribir para dar gusto, sino para crear algo único, diferente, original.
Hoy me han gritado ¡¡¡ maldita escritura¡¡¡. Tiempo atrás no hubiera contestado nada. Hoy, contesto: " Es mi talento y doy gracias a Dios por ello".
Importa poco adonde llegue porque ya he llegado hasta aqui, pero hoy sé que, aún, he de llegar más lejos. No a ocupar un sillón en la Real Academia de la lengua, seguramente, pero si tener un hueco en el fascinante y nada maldito mundo de la literatura.
Pilar Martinez Fernández.
Hola Pili como bien dices poco importa donde lleges ,pero yo quiero hacer una reflesión: no se si te das cuenta de donde has llegado ya,al corazón de muchos que como yo te seguimos por tu pasión al escribir, a esa libertad con la que lo haces porque no esperas nada a cambio y hace que escribas con el alma y lo que te apatece porque no tienes obligación de vender nada, yo creo que ya has llegado mas lejos que muchos "escritores" que total de publicar y seguir en la brecha escriben sin sentir y eso aun no siendo una esperta pero si una adicta a la lectura se nota. Un beso sigue escribiendo.
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