Hay momentos en la vida que se tornan complicados, difíciles, como si se estuviera dentro de una tormenta y el zarandeo de la fuerza de las inclemencias nos desequilibrara constantemente.
Es en esos momentos donde te preguntas continuamente si no mereces una vida mejor, más tranquila, pero sobre todo más feliz. Y piensas, con gran desilusión que, la felicidad no existe realmente, que a lo sumo la tocas temporalmente para luego retornar al camino de los quebrantos, de los problemas, de aquello que siempre nos llega a destiempo a nuestro juicio y que nos hace sufrir una y otra vez eso que hacemos llamar " desencanto".
Los tiempos dificiles, son como el viento. Van, vienen, algunas veces insinuándose con pequeñas brisas, otras con verdaderos vendavales, y en el peor de los casos, para arrasar y destruir.
Pero a veces, tambien se piensa que nada más hay detrás de esa destrucción que provoca un mal viento. Cuándo algo malo nos sucede, algo que nos destroza por completo por dentro, pensamos que es más de lo que podemos soportar, y nos lamentamos, nos acongojamos, lloramos...incapaces de ver más allá de ese terrible muro que se nos pone delante.
Alguien me dijo una vez que la mayoría de las veces, vemos los problemas a la altura misma nuestra, de tal manera que nos limitamos la mirada hacia el horizonte, ese que se alza por encima de nuestra cabeza en los momentos dificiles.
Ese alguien, tambien me dijo que, ante la dificultad, ante el problema, la única manera de superarlo era trascender más allá de nuestra miras. Y ¿ Cómo hacer eso?, le pregunté yo. Simple. Alzando la mirada para dejar abajo el problema y poder ver la solución y la superación en el horizonte, todo ese camino que aún nos queda por delante.
Sin embargo, es tan dificil no sucumbir al desanimo cuando somos " hombres con problemas" ...
Un mal día, dicen que lo tiene cualquiera, la cuestión es cuando ese " cualquiera" somos nosotros y te suceden cosas que te aplastan momentaneamente como si fueras una calcamonia. Escuchas cuanto te dicen de positivo pero en tu interior te quema la situación por lo injusta que te parece.
Personalmente, me rijo mucho por el sentido de la justicia. Intento siempre equilibrar la balanza hacia ese punto donde, aunque yo pierda parte de peso, otorgue ecuanimidad allí donde se precise. Me hace sentir mejor esa forma de plantear las cosas, sin embargo, no siempre me hace sentir bien la balanza de la justicia cuando toca a otros equilibrar los platillos.
Hoy, me ha sucedido una cosa que ahora sé no tiene tanta importancia como yo se la he dado en su momento. Sin embargo, sigo albergando la amarga sensación de que el sentido de la justicia no ha estado a mi favor, y es en estas ocasiones donde pienso que hay personas, que por vivir tiempos dificiles, son más proclives a encontrarse con injusticias y a toparse con situaciones que acrecentan aún más su mala racha.
Pero he decidido alzar la cabeza por encima de mis problemas. Quizá me siga dando collejas la vida, a saber porqué razón, pero simularé que tengo una puerta abierta delante y más allá el horizonte, y que solo tengo que ir hacía esa puerta, atravesarla y seguir hasta donde me lleven mis pasos.
No quiero pensar que unicamente vivo tiempos dificiles. Quiero pensar que pese a las dificultades de este momento, las satisfacciones también habrán de llegar más tarde o más temprano.
Pienso esto al tiempo que pienso en mucha otra gente que, por ser, y perdón por la redundancia, " tiempos dificiles", están sufriendo por cuestiones muy duras. Falta de trabajo, embargos de sus casas, enfermedades,...
Hay demasiadas realidades dificiles a nuestro alrededor. Algunas algo mejor que la nuestra y otras bastante peor. No es consuelo de tontos, es ser consecuente con aquello que nos aqueja y caer en la cuenta que la magnitud de lo dificil, es una medida tan incierta como personal.
Lo esperanzador es que, si acierta el refrán; no hay mal que cien años dure.
También se dice que Dios no da problemas que no podamos soportar. Creo en esto último por cuestión de fe personal aunque, reconozco, que en días como el que he tenido antes de escribir estas líneas, cabe preguntarse si Dios no estará tensandome demasiado las cuerdas.
En frío y con mas calma, pienso que Dios, en mi caso, me está obligando a conocer mis medidas, mi elasticidad para afrontar las tensiones de la vida.
Querido Dios, me está costando entenderte, tanto como entenderme, pero todo cuanto me das, lo acepto. Eso sí, espero que lleguen esos momentos, en los cuales la elasticidad adquirida sea para encontrarme más cómoda conmigo misma y con la vida. Dificil, lo sé, pero la esperanza, cuando no hay bonanza, es algo que, según dicen, nunca debe perderse.
Pilar Martinez Fernandez.
Hola amiga se por lo k estas pasando y me da mucha rabia pero no hace tanto me diste un abrazo por que estaba pasando tambien por algo parecido y es cierto que la vida no es nada justa y que parece que a veces cuando empiezas a cojer confianza pasa algo que te hace otra vez perder la ilusion de seguir luchando ,pero seguramente nos sigan pasando cosas que para nada merecemos pero yo me quedo con que por lo menos tengo hombros de amigas donde llorar y ademas tu tienes unos hijos que te han demostrado que estan ahi y no solo para darnos guerra ,que tambien jeje, asi que "TU QUE ERES TAN GUAPA Y TAN LISTA....." Tu que te mereces más,piesa k lo que conseguiste nadie te lo regalo ni te lo encontraste hecho asi que es normal que cueste mas no crees? te mando un beso que tampoco es gratis jeje ya te lo ganaste con tu amistad .
ResponderEliminarLa vida es corta y bella.....pero solo tenemos una y los problemas en su recorrido son muchos y variados….es curioso el problema presente siempre es el mas “gordo”….. Vivir las experiencias que nos van apareciendo se me antoja obligatorio, sufrirlas o gozarlas en cambio tiene un toque de opcional......
ResponderEliminarNo podemos sentarnos a llorar hasta que no podamos ver el problema por que nuestros ojos habitan nublados de lágrimas. Tampoco podemos revolverlos, mezclarlos o barajar opciones sin sentido, muchas veces las soluciones no solo dependen de nosotros….
Creo que los problemas se deben enfrentar sin dilación, en lo posible darles solución, y si es complicado aprender a convivir con ellos dándoles un justo valor y en todo caso infravalorándolo…
En realidad nosotros no somos nada mas que lo que pensamos, somos los únicos que podemos solucionar nuestras cosas, y no hay nada más importante que ser feliz, nada mas importante que estar bien, nada mas importante que tu, vivir la vida y no padecerla......
Ufff….menudo rollo para la hora de la siesta…..
Pasaba por aquí y me entretuve en lecturas varias…..me gusto el rincón….
Al fondo, en el recodo del rio, hay una casa con una dársena, el dueño de la casa dice que es la dársena de las fantasías, sobre la dársena los problemas caminan con torpeza, un mal paso y caen al cauce, se los lleva el riode la vida…..
La vida muchas veces nos pone a prueba, y es cierto que suele suceder en los peores momentos, pero tengo que decirte que tienes a tu favor muchas cosas y persona que te queremos mucho. Eres una gran luchadora por lo que quieres y a los que quieres. Tienes el don de la escritura que solo los necios no sabrían reconocer. Todas las situaciones adversas pasarán y el tiempo hará justicia con alguien que se merece lo mejor como tú.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo Miguel
Gracias a todos por ese detenimiento que os habeis tomado en " mi rincón". A veces, cuando se escribe, se tiene la sensación de que lo haces para el viento, palabras y más palabras llenas de sentimientos que van por el aire perdiéndose entre la atmósfera.
ResponderEliminarNo es así con vosotros, Reyes mi gran amiga del alma a quien la vida también le somete a sus zozobras, Miguel, fiel siempre a mis lecturas y arrimando siempre su corazón con calidez de amigo para estar incondicionalmente durante tanto años, y el espontáneo German, con sus palabras a la hora de la siesta como él bien dice pero que llenan de sútil filosofía estas líneas que yo, también de manera espontánea, he escrito.
Tienes también un blog interesante, German. Yo también me he detenido un rato,y lo haré con más calma si cabe en cuanto tenga otro momento de sosiego.
Ciertamente, somos los únicos capaces de solucionar nuestro problemas, al menos los que tienen solución, los otros, aquellos que se presentan como algo fortuíto pero ajeno a nuestra voluntad, simplemente hay que dejarlos pasar y superarlos.
La darsena de las fantasías, tal vez sea placentero situarse allí durante un tiempo, pero no eternamente. En algún momento, se ha de ser decidido, valiente y sobre todo muy fuerte para subirse a una barca y navegar por ese rio de la vida a ratos caudaloso, con rápidos, remolinos pero tambiem calmado y sereno.
Gracias a todos...mi rincón, es vuestro.
Pilar