Pensaba un poco antes de sentarme a escribir estas lineas, en una pregunta que me han hecho hoy; la cuestión fue sencilla, no lo fue tanto la respuesta. Decía así: "¿ qué es lo que más te gusta de tí?".
De repente, no supe qué contestar. Y fue algo delirante, lo confieso. Pensé en una cualidad, luego en algo de lo que verdaderamente me sintiera orgullosa, sin embargo no fui capaz de encontrar en ese momento algo de mí que realmente pudiera afirmar con rotundidad que me gustara.
Enseguida, pensé en la pregunta a la inversa:
" ´Qué es lo que no te gusta de tí?", y ahí fue dónde la cuestión fue más derrotadora, porque no deja de ser curioso que, precisamente, los más criticos con nuestra esencia personal seamos nosotros mismos, de tal forma enseguida surgieron los típicos complejos personales, los autoconceptos bajos de estima,y, cómo no, los defectos.
Es realmente una puñeta que salga siempre a relucir nuestro ser más quebradizo. Cierto que la vanidad es un defecto que no suele gustar a quienes nos rodean, pero ¿ Qué de malo hay en ser un poco vanidosos en nuestra intimidad?. No se trata de ponernos " divinos" ante el mundo, pero ¡ caramba¡, ante nosotros mismos, ver un bello reflejo al mirarnos frente al espejo tampoco creo que sea redundar en vanaglorias.
Pero yo no puedo ni por esas. Aún en este preciso momento en el que comparto aqui mis pensamientos, no soy capaz de encontrar en mí ese " algo" que más me gusta de mí.
No sé, pensándolo bien, creo que en realidad no es que no encuentre algo bueno en mí, sino que a todo lo bueno que hallo en mí le saco un " pero". Sí, eso me temo que va a ser, como el ying y el yang, que en lo bueno siempre hay un punto malo y en el malo un punto bueno.
No es buena cosa llegar a esa conclusión, me temo. Pareciera que eres el simple resultado de una resta, lo que queda de sustraer aquello bueno que realmente se tiene. No debiera ser así, no al menos de manera tan pusilanime porque, al fin y al cabo, en toda resta que se precie siempre hay un minuendo y un sustraendo, y para que un resultado sea positivo, el minuendo ( las cosas buenas) siempre tendrá que ser mayor que el sustraendo ( los " peros").
Tal vez deba volver a pensar en la pregunta, o quizá mejor en el resultado de mi resta de cosas buenas y de " peros", porque puede que en ese afan de buscarme mis propias cosquillas, lo que consiga es negarme el propio derecho a sentirme bien conmigo misma, y eso no creo que sea quererse bien, precisamente.
Asi pues, pensaré de nuevo en la gran pregunta. Y, esta vez, voy a tratar de no eclipsarme; voy a tratar de no parapetarme en mis múltiples " peros" al tiempo que hago del resultado de mi resta un número infinito de posibilidades para ser mejor.
No es mal ejercicio, verdad?. Pues a ver qué resulta. Por lo pronto ya me he percatado de algo; que me gusta pensar...y ¿ a tí?
Pilar Martinez
hola amiga, no tendrias que pensarte tanto lo que para mi es tan evidente ,lo primero eres una buena madre (ojo, que no es ninguna tonteria con todo lo que conlleva) ,eres buena amiga, luchadora ante las adversidades que tu y yo sabemos no han sido pocas,tampoco muchas gracias a Dios jeje,tienes ese punto de feminidad que algun pazguato se esta perdiendo ,pero sera que no se lo merece, tienes una gran imaginación y francaceza a la hora de escribir tus articulos ....en fin que a mi tambien me gusta pensar y voy a ponerme a ello para sacar tu lado menos bueno....... ya se!!! que eres muy egoista , egoista contigo misma , mimate un poco hija. Un beso .
ResponderEliminarVale, vale...me mimaré algo más. Hecho. Aunque con amigas como tú, Reyes, que me quieren tanto y me ven con tan buenos ojos, en fin, puedo acabar " corrompidita" de mimos, jejeje. Pero, sí, en cierto modo, tienes razón. Quizá el lado menos bueno que tengamos, yo la primera, es aquel que se oculta en nuestro ser distorsionando a menudo la realidad de lo que realmente somos.
ResponderEliminarDe toda la gente que voy conociendo y que conozco, me gustan cosas bien diferentes. De ti, y puesto que no has confesado lo que te gusta de tí, amiga, te diré que me gusta tu dulzura innata,tu actual despertar, lo curranta que eres y la abnegación que como madre has demostrado y demuestras cada día hacía tu hija. Vamos que, ¡ eres una tia estupenda¡ y que si no te lo dicen a menudo, te lo digo yo que ya son unos cuantos años conociendonos...
Besines...